jueves, 15 de marzo de 2007

El Club de la Comedia

Lo que da de sí una revisión. Ahora bien, no es nada fácil, hay que cumplir unos requisitos básicos para que la mezcla salga bien:

1º Tiempo, muuuuucho tiempo, es lo que tienen los hospitales, que sabes cuando entras pero nunca cuando vas a salir.

2º Una camilla, para estar cómoda mientras esperas a la doctora.

3º Un trapito, es decir, un cacho de sábana del hospital para que, como estás semidesnuda, no tengas frío (la intención es buena).

4º Una enfermera que esté como una cabra y que no pare quieta ni un segundo, por supuesto que tampoco pare de darte palique, para que no te aburras.

Una vez tenemos todos los ingredientes podemos empezar con las risas.


La enfermera empieza hablando sola (esto no es lo raro, lo raro es que se dirigiera a una chincheta), después te dice que te ha colado, pero que la guardes el secreto (lo intentaremos) y como quien no quiere la cosa, te cuenta lo de su marido (da igual lo que sea, siempre tienen un marido del que necesitan que tengas cierta información para que comprendas porqué están tan grilladas), entonces espera que la contestes a alguna de sus preguntas (tu respuesta se limitará a un sí o un no, no hace falta mas para que pase a ser una conversación en toda regla).
Ya te tiene y te da por preguntar porqué tardará tanto la doctora (tú en tu inocencia), su respuesta incluye varias palabras que no entiendes, y como te ve el careto te lo explica:

-Pues veras, una histereografía (a saber cómo se escribe) es como estar en la NASA.
-¿La NASA?

Error. La ves a ella sentada en una silla de esas de ruedas, entonces levanta las piernas y los brazos (fingiendo que no hay gravedad) e incluye el ruidito propio de volar (o lo que quiera que pretendiese).

Después de tres cuartos de hora de la espera en un hospital más divertida de mi vida, llega la doctora, la enfermera se vuelve loca porque ya ha vuelto y cambia su conversación a dos por una tertulia en la que no sólo se habla de su madrido sino también de su hija, que tiene 29 años y todavia no se ha sacado el carnet de conducir pero no importa porque ella la lleva a todos sitios, como mañana, que ha pedido el dia libre para llevarla al dentista (las hijas también son motivo de idas de olla), por supuesto, puedes intevenir en la tertulia, pero casi es mejor que no lo intentes, sus respuestas pueden ser variadas: "ehm...si si, ¿quieres un caramelo? no están muy buenos porque estos de hierbas saben a colonia pero así los como y no me da la tos" o también "no pasa nada, el betadine se quita fácil, ya verás, utiliza un sobre de estas toallitas perfumadas" (que son tan buenas como los caramelos porque las hacen con las mismas flores).

Una hora y pico mas tarde dejas a la enfermera con su rollo de post-it verdes (que deben llevar speed o algo, sino no me lo explico), sales de ese particular Club de la Comedia y tu madre te pregunta que qué te han hecho.

A ver mamá, por dónde empiezo...

No hay comentarios: