Ya estamos aqui, despues del lluvia rock como dice una amiga mia, la verdad es que no hemos tenido mucha suerte con el tiempo, la lluvia hizo que se suspendieran un par de conciertos, los campings se inundaron, la ropa se nos mojó... hasta los chubasqueros acabaron calando.
No habia nada que hacer para solucionarlo, excepto pasarlo bien.
Muchos conciertos, miles de saltos, fiesta hasta la muerte, sandwiches de ensaladilla rusa, calimocho caliente, susurros (y no es lo que pensáis, fue mi mote durante todo el fin de semana), vecinos tocapelotas farloperos, tienda de campaña de 2 para 3 (uno de ellos non grato), chanclas forever, duchas comunitarias (con el añadido de que era el único sitio techado y se hacían allí botellones con todos los adornos: guitarras, yembés, bailes, perros, porros), mear entre naranjos, meter el pie en cada charco, tener agujetas de reirme, habia una vez un barquito chiquitito, canteca de macao, violadores del verso, hora zulú, los delinqüentes...
En fin, aunque no ha sido lo que esperaba, gracias a T y a nuestros vecinos de la tienda roja ha sido mucho mejor de lo que podía haber sido.
Sólo me queda esa pequeña espinita que no quiere salir, y es culpa tuya, por no quereme, por acariciarme y decir que te gustan mis mofletes, por querer darme un masaje, por llamarme, por no llamarme.
Por dejar que te quiera.
Hasta el Viña que viene!!!!!
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