miércoles, 20 de febrero de 2008

A veces, cuando todo me sobrepasa y le doy vueltas mientras camino, las piernas me empiezan a pesar como si estuvieran echando raíces, todo a mi alrededor se ralentiza y siento que no llegaré a ninguna parte. Sólo me apetece quedarme de pie en medio de la calle, esperando que las estaciones pasen junto a mí, que la gente me rodee sin darse cuenta que hace años soy una escultura callejera, sin posibilidad de movimiento ni conversación alguna, sin expresión en el rostro, sin miedos ni pesares, sin juicios ni jueces.

2 comentarios:

...solo una mujer. dijo...

Permítete el estacionamiento... ya verás como el tedio, el aburrimiento, el frio o el hambre te harán caminar...
Siempre pasa... lo vemos de una forma desde fuera, pero por dentro es otra muy diferente..
No podrás evadirte eternamente..
Un beso, en presente

isis dijo...

Me ha gustado mucho este post. Puede que nazca de una mala situación en la que, como dices, todo te sobrepasa. Pero en el texto anterior decías que tenías la cabeza vacía, y ahora estas palabras demuestran que ya no es así; si la sensación anterior pasó,esta también pasará ;9

Qué menos que abrirte las puertas de mi blog cuando tu me abriste las del tuyo? bye bye natacha, hola isis :D
kiwai, no?
un besazo