Estoy a punto de terminar Comunicación Audiovisual, una carrera que no elegí por vocación sino por descarte y que me ha dado muchos disgustos. Me he pasado cinco años preguntándome por qué continuar estudiando algo que no sabía si merecía la pena, aún lo hago, pero ya estoy en la recta final y tengo ganas de demostrarme a mí misma que puedo hacerlo, que no dejo todo a medias.
Seguramente cuando acabe esta licienciatura probaré otros ámbitos que he ido descubriendo a lo largo de estos años, buscaré una profesión que vaya conmigo, que me llene, que sienta que lo que hago merece la pena.
Sin embargo el viernes, calimocho en mano, me vi defendiendo unas ideas sobre cine, argumentando contra un titán y aunque dejamos el debate en tablas me sentí ganadora.
Me sentí ganadora porque por fin me di cuenta de que no han sido cinco años en balde, que he aprendido a querer lo que hago ya que me ha enseñado a ver el mundo con otros ojos, que cada asignatura infumable, cada texto, cada diapositiva, profesor o compañero me han dejado un poso que ha movido mis cimientos, que me han llenado de pasión.
Y cuando acabe decidiré el siguiente paso, por ahora no tengo prisa.
2 comentarios:
Que la encuentres entonces...
¡Hola Caos! Te invito a participar en este original Concurso, en el que lo más importante es la intención y el espíritu, y lo de menos ganar. Un poco como los Juegos Olímpicos, vamos… ;)
Publicar un comentario