jueves, 16 de junio de 2011

Lo mojado

Huelo a lluvia. He caminado despacio a pesar de las pequeñas gotas que cambiaban mi ropa de color. Tengo el pelo empapado, el rimmel por los suelos, el ánimo por las nubes.

He pintado con las manos, dejando que una textura distinta me cubriera las palmas y me recordara lo divertidas que eran las manchas en la ropa cuando daba igual qué llevabas, cuando no sabías por qué tus zapatillas parecían salidas de un cuadro de Miró ni te importaba.

He recordado lo divertido que es, siendo mayor, volver a ser niño.

Dejar que la lluvia actúe sobre tu piel, disfrutar con la pintura sin fin, ser perseguido hasta perder el aliento, traspasar la línea estúpida de lo prohibido sólo porque lo está, rebota rebota, un chupachups, las risas infinitas por la descarga de un boli eléctrico en la mano de otro, mirar un cuadro que se escurre.

Lo pequeño de las pequeñas cosas.

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