viernes, 2 de noviembre de 2012

Toma forma sin darte cuenta. Un día despegas las pestañas y estás despertando bajo otras nubes. Recuerdas los viajes cargando trastos, el esfuerzo, las cervezas de por medio, el calor del verano; pero han pasado tantas cosas que quizás eres un poco distinta. Has aprendido a ver algunos hoyos.

Despegas las pestañas y te preguntas en qué momento tu vida cambió tanto, por qué aunque te quedan tan lejos casi todas las personas que más quieres sigues queriendo estar aquí.

Pisas en esta tierra que parece firme, que te deja construir unos cimientos que te llenan de dudas, ¿es esta la ciudad? ¿o sólo es otra ciudad de paso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En cualquier caso, trata que los cimientos sean lo más firmes posibles. Por si algún día tienes que volver...