sábado, 29 de septiembre de 2007

La soledad no está tan sola, no ves que a mi no me abandona

Llegué a casa sola, como tantas otras veces, escuchando música y cantando en alto para vencer el miedo, miré tras cada puerta, eché el cerrojo y me fui a la cama con una sensación que hacía mucho tiempo había desechado.

No podía dormir, era una de esas veces en las que una compañía es mas que cientos de besos bajo las sábanas.

Sin embargo ayer no había nadie cerca que me diera un poco de calor, que me secara las lágrimas y me dijera que todo va a salir bien, que, después de todo, encontraré alguien que me abrace en las noches en que todo me asusta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta vida todo pasa. Paciencia...

Besos, Joan.

Gambutrol dijo...

Pero qué manía todo el mundo en ponerse nostálgic@. Vale está bien, todos tenmos momentos de bajón... peor no hay que instalarse en esos momentos.

"...Caen mil lágrimas al mar, tú no me verás llorar, y es que sólo tu alegría, amansa mi dolor, y así yo sé lo bello que es vivir.

Que una noche, la tristeza se irá sin avisar, y así sabrás lo bello que es vivir..."

Cristina Poulain dijo...

Pues si cariño, esa es mi filosofía, el que pasa de largo es porque no merece la pena, pero SIEMPRE, SIEMPRE HAY ALGUIEN PREDESTINADO, el problema es... ¿Sabrás reconocer a esa persona?