Me sobran 3/4 de cama, no tengo nadie a quien prestársela. Nadie que me estorbe en verano ni que me arrope en invierno. Nadie con quien compartir esa mirada aun somnolienta, en silencio y dedicarle una sonrisa mientras el mundo se construye un día más.
La sábana parece un desierto, queda tan lejos el otro extremo que mas bien pareciera que allí se encuentra el abismo, el fin del mundo tras la línea del horizonte. Y no hay nadie que me salve de ese abismo.
Al fondo de la habitación la luz de una farola se cuela por la ventana, intentando iluminar alguna piel inexistente. Hoy no hay poros que memorizar, ni vello que erizar con una caricia, no hay pies que entrelazar ni figura a la que acoplarse.
Mientras, a falta de un narrador de cuentos nocturnos, me acurruco en un rincón y espero que el sueño me venza.
4 comentarios:
Precioso.
Yo duermo con mi escarabajo bajo la almohada, para no soñar con él.
El desquite va bien :D
Y apunta maneras :D Aunque me tientan con un pacto... voy a esperar a informarme.
Nunca dejaría la blogosfera :D:D Sólo que no sabía qué escribir.
UN besoteeee!!!!!!!!!
Siempre tengo el mismo sueño premonitorio: me sobra cama porque si ha habido alguien le he echado mientras duermo...Supongo que tod@s nos hemos recreado con ello y con el tiempo descubres que la realidad es muy distinta, aunque a veces merece la pena experimentar el sueño compartido, ¿verdad?. Besicos
Me ha encantado el texto. Uno de los mejores que he leido por aquí sin duda alguna. Como odio las camas grandes ¬¬
UN Besin
Toc toc..¿Donde andas?
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