viernes, 21 de agosto de 2009

Por fin he ganado una batalla. Una de esas que necesitan mucho tiempo. Una de esas en las que tienes que aprender a lidiar con la tormenta. Y nunca fue fácil sentirse arrastrada por huracanes e inundaciones. Nunca fue fácil ser la niña débil, conformista, que se deja llevar por las grandes voces. Esas que hoy tan sólo son susurros. He crecido, más por dentro que por fuera. Sin ser más que nadie pero tampoco menos. He aprendido que hay cosas que sólo hacen daño si tu quieres. He sabido ser yo sin atender a jueces ni jurados. Y aún me queda mucho camino, pero puedo decir que he vencido a aquellas némesis sin espadas ni pistolas, sólo sentándome y dejando que el tiempo diera otra vuelta al puzzle.

3 comentarios:

Cristina Poulain dijo...

No sé qué batalla será pero...¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!

Gambutrol dijo...

Me sumo a las felicitaciones de la Pulain (lo que hace la confi, que ya la llamo la Polain, jajajaja). Pues eso. ¿qué tal todo?

Clara dijo...

Creo que hemos ganado esta batalla :)