jueves, 6 de agosto de 2009

Soñé despierta con la luz de su sonrisa

Esta mañana me he subido al autobús con esa cara de idiota que echaba de menos, todavía con la ropa mojada, el estómago lleno de mariposas y con ganas de que el amanecer no hubiera sido lo último que hemos visto.

Es cierto que me enamoro fácilmente y casi siempre se me olvida. Y aunque seguramente ésta será de esas veces, nose, supongo que así es como se sigue creyendo que existe algo por ahí escondido y que quizás, con suerte, yo encuentre su escondrijo y le haga salir para que compartamos estrellas, carcajadas, almohadas y besos.

3 comentarios:

Pareidolia dijo...

Ojalá. Te mereces todo lo bueno que te pueda suceder. Un besico

Cristina Poulain dijo...

Si lo olvidas facilmente no es amor.

Un beso

isis dijo...

ojalá esas mariposas te duren muuuuucho mucho mucho tiempo.
quizá ya nos llegó la hora a las dos, no?
yo ttb me alegro por ti.
bss bonita