martes, 11 de mayo de 2010

Las paredes pesan sin pasar de largo, sin dar cobijo a esta piel desollada, que trata de perseguir una sombra que le haga compañía mientras el sol se pone tras las ventanas de aluminio, reflejando en los cristales un día que pudo ser.

Se me caen los caramelos del bolsillo y soy incapaz de distinguir su sabor, pues han volado con el viento perdiéndose entre las hojas de un libro reciclado, vacío, listo para ser escrito o desahuciado.

Me abandono al tiempo, que camina lejos, reprochándome estos días tristes sin son que me abrigue, sin briznas entre los bucles que me hagan recordar. Hoy no puedo soplar tan fuerte ni llegar tan alto.




Tengo miedo de querer huir siempre.
Tengo miedo de sentirme sola, de estarlo.
Tengo miedo de que todo desaparezca.
Tengo miedo de nunca encontrarte.

4 comentarios:

Filadora dijo...

No estas solaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!

Filadora dijo...

A veces todo se ve muy negro, pero incluso en estos días, piensa:

EL SOL SALE TODOS LOS DÍAS, LO QUE PASA ES QUE A VECES, NO LO VEMOS.

todo pasará.

1 abrazote!

Cordera dijo...

El miedo que tienes es sólo miedo. Es el miedo que siente todo aquel que embarca, que emprende un camino, todo aquel que tiene miedo de que su terreno cambie, de no echar raíces y no tener un lugar firme. Es el miedo del viajero, del valiente. Ese es ese tu miedo. Estoy segura. Siento decirte que esa sensación te acompañará siempre, y la gente como tú, viajera, no tiene más remedio que afrontarlo.

PD. Soy una puta, siento no haber ido a la exposición. No he tenido tiempo material con la mierda de exámenes...como harás muchas más espero que me perdones.

s´agapó.

isis dijo...

El miedo es humano, forma parte de nosotros. Si no existiera no podríamos ser valientes para superarlo, y todo sería deamasiado fácil.
Ya habrá días en que puedas soplar más fuerte, y llegar todo lo alto que quieras.
Un besazo.