jueves, 17 de febrero de 2011

I can't stay in here. I just can't fit

Cigarrillo en mano contemplo el frío que me cala los huesos. Ahora sin prisa.

Paso mi mano por los barrotes de una barandilla como si fuera una niña otra vez, con ganas de saltar y bailar sabiendo que nadie mira.

Busco quien me quiera con coleta, con abrigo, sin pijama. Unos ojos sin reproches ni más obligaciones que las mutuas. Quien sepa ver que necesito a mis amigos, que el llanto no es eterno, pero a veces es inevitable.

Aquel que vea más allá de lo obvio, que mire tras las pestañas, sin importar las dioptrías.

No tiene que quedarse ciego, pero necesito sentir sus pupilas erizándome la piel sabiendo que por un instante soy su reflejo.

No quiero órdenes, ni siquiera cuando no lo parecen. No puedo sonreír siempre, tampoco quiero.

No quiero tortura en balde, ni perseguir al conejo que va a ninguna parte.

No hay comentarios: