miércoles, 18 de agosto de 2010

Rumbo a México

Aún no creo que sea real, que en menos de 48 horas habré puesto en pausa mi vida para comenzar otro capítulo en el nuevo continente, ni siquiera tengo la maleta todavía y mi avión sale de madrugada. Cómo me lo voy a creer si aún no ha cambiado nada...



Voy a echar de menos todo. Os voy a echar de menos. Tanto que ahora duele. Voy a echar de menos el día a día, la comida casera, las hamburguesas a deshoras, los platos en buena compañía. Voy a echar de menos los abrazos, las miradas cómplices, las pipas sin prisa, las fotos absurdas, los cafés con hielo. Voy a echar de menos el cariño, los cabreos, las cañas eternas, los silencios cómodos.

Voy a echar de menos Madrid y lo que tengo aquí, no tener que sobrevivir, lo conocido que tanto me llena, mi familia que me da todo, mis amigos que cada instante me hacen crecer.

Voy a echar de menos teneros cerca, los cumpleaños, los paseos, las charlas porquesí, la confianza, lo bien que me conocéis. Llamaros en cualquier momento, llorar sin miedo, disfrutar hasta de las cosas más pequeñas.

Al fin llega este sueño cumplido que ahora me da vértigo por ser sustituto de una época en la que estoy siendo tan feliz. Todo lo que me importa queda aquí, suspendido en el aire, esperando que a la vuelta esta vida continúe.



Os quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen viaje!
¿te vas para mucho tiempo?