sábado, 26 de marzo de 2011

Hoy soy yo la que está calmada en el sofá azul.

Sin ganas de hacer nada más que disfrutar de las pequeñas cosas, de estar sola, de hacer el costra en el sofá hasta que me duela el cuerpo y levantarme mañana a desayunar tostadas y café mientras me pongo al día del mundo.

Podía haber salido, pero a veces los compromisos sociales no me apetecen. Tener que sonreír no debe ser forzado, ni conocer a gente nueva debe parecer una obligación.
Hoy lo hubiera sido.

Además de los motivos ocultos (y no tan ocultos) que te acompañan. No son sólo unas amigas más, son aquellas a las que tú quieres conocer y sonreír. Tú quieres. No yo.

Por eso no siento no estar ahí, porque en el fondo hubiera sido un estorbo, para tí y para mí.


Y no me quiero estorbar.

1 comentario:

Penny Lane dijo...

Te dejo, peor que no sea siempre :)

No pienses que eres un estorbo, NUNCA.