Caos

Me han cosido las suelas, parece que vaya a echar a volar en mis viejas zapatillas mientras mis manos se hacen duras para continuar subiendo una pared que parecía imposible la primera vez que la vi.

Duelen los ojos y los brazos, estoy cansada, mediodormida; pero tan tranquila... En paz desde hacía mucho tiempo, como si una revelación oculta se hubiera desenmascarado ayer dando paso a la calma que era necesaria. Ese click que estaba en mi cerebro pero que no conseguía dominar al corazón. Sin caidas ni tristeza. Solo calma.

Supongo que se endureció la corteza, arraigando la lógica de lo simple en lugar de la tormenta que arreciaba sin descanso.

En vez de luchar contra las olas dejaré que la marea me mezca.